Hoy en día, los avances tecnológicos han reducido nuestra actividad física, facilitando tareas como el transporte y el hogar, mientras el entretenimiento frente a pantallas fomenta un estilo de vida sedentario.
La actividad física mejora el estado de ánimo, refuerza la autoestima y reduce la ansiedad y la depresión.
Promover su práctica regular en todas las edades es esencial para un bienestar físico y psicológico duradero.